Los jardines ecológicos están cada vez más de moda. ¿Quieres darle un aire fresco a tu espacio exterior con un depósito de lluvia? Entonces un barril con capacidad de 200 litros es justo lo que necesitas.
¿Qué es un depósito de agua de lluvia?
Un depósito de lluvia es un recipiente diseñado para recoger agua de lluvia. Puede estar fabricado en distintos materiales como plástico, polietileno, goma o metal. Estos depósitos están disponibles en varios tamaños, pero uno de los más comunes es el de 200 litros.
Tipos de depósitos de lluvia
Cuando eliges un depósito de agua, es importante pensar qué tipo se adapta mejor a tu espacio. Hay muchas formas y tamaños, cada uno con ventajas específicas. Aquí te mostramos los tres tipos más populares:
1. Depósito estándar: Es el modelo más tradicional, de forma cilíndrica. Los hay desde 50 hasta 1000 litros, con lo cual siempre hay uno adecuado para ti. Son económicos y fáciles de instalar, ideales como solución básica y eficaz.
2. Depósito cuadrado: Este tipo ahorra espacio y se integra bien en rincones o contra muros, sin sacrificar capacidad.
En definitiva, existen opciones sencillas en plástico a bajo coste, así como depósitos de madera robustos y decorativos. El objetivo es el mismo: recoger agua para usarla en el jardín. Un depósito de 200 litros suele ser la opción intermedia perfecta: lo suficientemente grande para almacenar bastante agua, pero sin ocupar demasiado espacio ni ser difícil de mover.
Ventajas de un depósito de lluvia
Las ventajas de instalar un depósito son muchas. Para empezar, cada litro de agua del grifo cuesta dinero. Con un depósito, recoges agua gratis de la lluvia, que puedes usar en el riego del jardín. Esto no solo ahorra en tu factura, también cuida el medio ambiente. Además, el agua de lluvia es más suave para las plantas que la del grifo, lo que reduce el uso de fertilizantes. Y en caso de escasez o averías en la red, tendrás una reserva útil. ¿Quieres saber más beneficios? ¡Sigue leyendo!
¿Cómo elegir la capacidad adecuada?
Si deseas comprar un depósito de 200 litros, primero debes estimar cuánta agua necesitas. Depende de:
- El tamaño del tejado.
- La cantidad media de lluvia en tu zona.
- Qué sistemas piensas conectar (aspersores, manguera, etc.).
Evalúa estos factores y elige el volumen más práctico para tu jardín.
Materiales disponibles
Encontrarás depósitos fabricados en plástico, aluminio o madera. Cada material tiene sus pros y contras. Por ejemplo, los modelos en plástico son resistentes, ligeros y sin mantenimiento. Los de madera aportan estética rústica. ¿Quieres saber por qué elegir un depósito de plástico? Descúbrelo en nuestra tienda.
Ubicación del depósito
Elige bien el sitio donde colocar tu depósito, ya que es un elemento voluminoso. No debería estorbar ni presentar fugas. Una buena ubicación es junto al cobertizo, la caseta de jardín o una pared donde recoja bien el agua de lluvia y no interfiera con el paso.
Mantenimiento del depósito
Los depósitos de lluvia no solo embellecen tu jardín, también reducen tu consumo de agua potable. Y lo mejor: requieren poco mantenimiento. Aquí van algunos consejos para mantener tu depósito de 200 litros en perfecto estado:
- Mantén el interior limpio. Lo ideal es limpiarlo cada mes.
- Evita fugas inspeccionando regularmente la estructura.
- Vigila que la salida no esté obstruida por hojas o suciedad.
- Durante las heladas, vacía el depósito para evitar grietas.
Un depósito de 200 litros es robusto, duradero y práctico. Asegúrate de limpiarlo, vaciarlo cuando sea necesario y comprobar las conexiones. Así prolongarás su vida útil y aprovecharás al máximo el agua de lluvia.
Conclusión
Elegir un depósito de agua de 200 litros es una forma inteligente y sostenible de almacenar agua. Tiene la capacidad justa para resistir lluvias intensas, pero sigue siendo fácil de instalar y mover. Ideal para jardines pequeños o medianos, y para quienes quieren cuidar el planeta mientras ahorran.